Un día que quedé en el Retiro con alguien, y que perdió el tren, e hice tiempo, fui a la cuesta Moyano a ver libros, pues varios años atrás me encontré con una joyita por sólo un euro que era (es) un libro de dibujo y anatomía de George Bridgman. Pequeñito, pero una gran ventana al estilo, al trazo y a la comprensión del volumen y estructura de la figura humana. El caso es que tenia unos cuatro o seis euros y me puse a buscar joyitas, como el que busca conchas curiosas en la playa y me decidí, y por 2 euritos sólo (el resto era para cerveza) por un libro de Dostoievski: Memorias del subsuelo, del cual no tenia referencias, solamente unas pocas y lejanas sobre el autor. A continuación, escojo algunas frases del capitulo II que leí, y hoy he vuelto a releer: "Ahora voy a contarles, señores (quieran ustedes o no), por qué ni siquiera he conseguido llegar a ser un insecto*. Lo declaro ante ustedes solemnemente: muchas veces he intentado convertirme en un insecto, pero no se me ha juz